Lo creas o no, se trata de un fenómeno al alza. Cada vez son más las
personas que encienden su móvil en mitad de la noche, escriben SMS
y los mandan a alguno de sus contactos, todo eso sin despegarse de los
brazos de Morfeo. Imagina el susto al día siguiente al recibir el
destinatario una serie de incoherencias en un idioma ininteligible.
Según el Daily Mail, el estrés estaría detrás de tan atípico hábito y
los expertos recomiendan, como primera medida, dejar el móvil en otra
habitación mientras dormimos.
"Se trata de un fenómeno muy extraño y que afecta a muy pocas personas",
reconoce el doctor Cunnington, especialista en trastornos del sueño.
Lo malo de este trastorno es que al final acaba minando la salud del
que la padece puesto que no llega a descansar del todo. Pero las cosas
pueden ponerse más feas aún cuando los mensajes de texto son enviados a
compañeros de trabajo, ya que las consecuencias pueden trascender al
ámbito laboral.
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