Las aplicaciones son muy simples y cumplen su propósito sin darle mucha vuelta al asunto: simplemente tómate una foto dentro del marco indiado con la cámara frontal de tu iPhone, ajusta los puntos claves (como la posición de los ojos y el mentón) y listo, la aplicación hará lo suyo y devolverá tu otro yo en su versión gorda, anciana o calva. Claro que si eres gordo, viejo o calvo, los resultados podrían variar
Aquellos que cuentan con un smartphone Android también le podrán sacar jugo a una de estas aplicaciones solamente, pues la única que está disponible para este sistema operativo es FatBooth (la que te hace gordo), pero al menos es gratis. Cada una de las aplicaciones para iPhone cuesta 99 centavos de dólar


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