Puede que el amiguito que tienes sobre estas líneas no sea precisamente el paradigma de la humanidad en su estado actual, pero llegará el día en que sí –o al menos eso indican los científicos encargados de su desarrollo. Según parece, Pumpkin (así se llama nuestro protagonista robótico de hoy) va a verse sometido a cambio radical de imagen, canjeando cada una de sus piezas por otras con una pinta mucho más humana. Entre otros detalles, el proyecto contará con una especie de piel artificial con una serie de sensores que le permitirá reaccionar a estímulos táctiles, mientras que una red de pequeños tubos con agua caliente le ayudarán a mantener una temperatura corporal adecuada. En resumidas cuentas, la idea es que consiga parecer lo más natural posible para desterrar para siempre el miedillo que suelen generar entre tipo de máquinas entre los usuarios, aunque no sabemos hasta qué punto la iniciativa podría incluso empeorar todos estos sentimientos.
Un dos tres para mi y para todos mis amigos
Hace 13 años
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