Tal como le sucedió a Kodak, Blockbuster ha sido una presa más del
estancamiento en el mundo de la tecnología, y ahora ha
pasado a declararse en bancarrota en el Reino Unido.
El negocio del alquiler de
películas y videojuegos, del que alguna vez se vio tan beneficiado, ahora tiene
a Blockbuster en una situación desagradable, al
declararse insolvente en el Reino Unido. Una de las razones para que Blockbuster llegue a este lamentable desenlace, se
debe a la dura competencia que tuvo que enfrentar cuando se presentaron
contrincantes llegados desde Internet, como Netflix, por ejemplo.
Tras declararse en quiebra, la
firma de contabilidad Deloitte ha pasado a hacerse cargo de la administración
de Blockbuster, con una meta primordial: hacer de Blockbuster una compañía
atractiva para algún futuro comprador. Menuda labor que les ha tocado.
Lee Manning, uno de los
administradores de Deloitte, ha expresado que, ‘en los últimos años, Blockbuster se ha enfrentado a la creciente
competencia de los proveedores de Internet, así como a la transmisión digital
de películas y juegos’. Asimismo, Manning menciona que Blockbuster continuará
con negocio de manera normal, ‘tanto en ventas como en alquiler’, y que las
tarjetas de regalo y los créditos seguirán siendo aceptados para las
transacciones. Eso quiere decir que, por el momento, Blockbuster seguirá funcionando con normalidad en
el Reino Unido, aunque quizás no por mucho tiempo.
Por último, vale la pena
mencionar que, desde que fue abierto el primer local de Blockbuster en el Reino
Unido, en 1989, hasta hoy, hay 528 establecimientos, que generan puestos de
trabajo para 4,190 empleados
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