El fundador de Facebook se mete en política

El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, está formando un grupo político que se centrará en la liberalización de la inmigración de EE.UU. y en el sistema de visado. El nuevo grupo político va a ser liderado por Jon Lerner y Jesmer Rob, asesores políticos del ala derecha del Partido Republicano El multimillonario de 28 años de edad, ya ha donado 100 millones de dólares (78 millones de euros) a la escuela pública de su estado natal, Nueva Jersey, y ahora está preparado para invertir otros 20 millones (15,5 millones de euros) en este proyecto junto con su antiguo compañero de habitación en la Universidad de Harvard, Joe Green. 

Además continúan buscando más inversores de fondos. El fun

dador de Facebook se queja de lo estricta que es la ley de migración en los EE.UU. cuyo control evita que se puedan contratar extranjeros con talento y graduados en el extranjero. A principios de este mes, 99 directores ejecutivos así como otros altos cargos escribieron una carta al presidente Barack Obama y a los líderes del congreso, instándolos a elaborar planes para abordar este problema. "Muchos inmigrantes altamente calificados que quieren permanecer en los Estados Unidos se ven obligados a irse porque no pueden obtener visas permanentes", escribieron los autores.

"Algunos no se molestan ya ni en venir en primer lugar", afirmaban. Su nuevo grupo político va a ser liderado por Jon Lerner y Jesmer Rob, asesores políticos del ala derecha del Partido Republicano, según apunta el diario "San Francisco Chronicle", recogido por "The Telegraph". Sin embargo, también se aporta información de que el exsecretario de prensa de Bill Clinton y jefe de relaciones públicas de Facebook, Joe Lockhart, también estará involucrado en el grupo de campaña. 

Senadores de ambos partidos están trabajando en los detalles de un proyecto de ley para reformar el sistema de inmigración de EE.UU., que Obama nombró como una de sus prioridades después del juramento de su segundo mandato en la Casa Blanca. Se espera que este proyecto abra un camino hacia la ciudadanía en EE.UU, por lo menos para algunos de los 11 millones de indocumentados que se estima que viven en el país.