Samsung ha hecho oficial su nuevo buque insignia, el Galaxy S5, que previsiblemente será éxito de ventas. Una de las principales características y que le diferencia del anterior modelo, el Galaxy S4, es la incorporación de un sensor biométrico al estilo del actual iPhone 5S que actúa como herramienta para desbloquear mediante las huellas dactilares el dispositivo.
Otra funcionalidad que no disponía el anterior «smartphone» es una mayor penetración de sensores y acciones para monitorizar la salud. El pasado año lo incorporó con S-Health, pero ahora ha querido añadir el Gear Fit, su «wearable» para monitorizar el rendimiento de la actividad deportiva.
El tamaño del telefóno también cambia. Si el S4 tiene una pantalla de 5 pulgadas, el nuevo crece un poquito, hasta las 5,1 pulgadas. La cámara tmabién ha mejorado: ahora es más sensible (se introduce una funcionalidad, Selective Focus, para reenfocar la imagen después de haberla tomado), más rápida y permite la grabación en 4K, esto es, en Ultra Alta Resolución. Eso no ha cambiado, ya que ambos modelos contienen 1.920 x 1.080 de resolución para una pantalla Full HD Super AMOLED.
El Galaxy S4 impactó gracias a funciones como «Air view», «Air Gesture» o «Smart Scroll», en esta ocasión se han centrado en la cámara. Mejora y bastantem, llegando hasta los 16 megapíxeles y mejorando el autofocus. La batería pasa de 2.600 mAh a 2.800 mAh. Es un punto positivo, pero que no ofrece grandes sorpresas. El aspecto del Galaxy S5 poco cambia. Mientras que el Galaxy S4 tenía unas dimensiones de 136,6 x 69,8 x 7,9 (y un peso de 130 gramos), el nuevo modelo incluso se agranda, con en 142.0 x 72.5 x 8.1 milímetros y 145 gramos.
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